Como ya relaté en una entrada de hará unos meses, la cual no voy a linkear porque a parte de que estoy muy vaga no quiero descubrir la aterradora realidad de si hace unos meses escribía mejor que ahora, mi padre pasó de ser un desarraigo tecnológico hará unos diez años, a compartir charlas con el informático de su cole sobre códigos Html y Sources (pronunciando Saourcees en un intento de imitar el acento americano) entre clase y clase a sus 65 años.
Ya hace tiempo que incrementó sus visitas al ordenador echándome a mi, la cual cosa llevó a la compra de mi Mac, y el pasado mes estuvo haciendo un curso de diseño de páginas web subvencionado por la Generalitat de Catalunya (esto último repitiéndolo en una frecuencia preocupantemente elevada teniendo en cuenta que se pasa las dos semanas siguientes a la llegada de su nomina despotricando contra el Govern por quitarle el 14% del salario para, según él, construir un AVE que va a convertir Barcelona en la primera ciudad subterránea).
Obviamente el hecho de hacer el curso no quedaría en nada, y hace una semana se compró un programa informático para hacerse su propia página web. Para que la utilizará, eso es aún un misterio, pero supongo que se unirá al colectivo de profesores con página web donde exponen su currículum, su docencia, y cuelgan una foto molona de ellos para que los visitantes vean que, aunque suspendan a los alumnos, son tan humanos como nosotros y pueden hacerse una foto en medio de la sierra de Burgos rodeados de bosque, con una chaqueta color chillón, y el pelo al viento (aunque en el caso de mi padre lo del cabello sería difícil) .
Mi padre sabe que leo blogs, pero lo que no se aún si sabe que tengo uno/escribo en uno/sale él en uno, y su entrada en el mundo Webero incrementa el riesgo de que descubra la página.
Pese a todo, Papa bienvenido al mundo HTML. Aunque como llegue el día en que tenga que diseñarme él un diseño para el Blog me replantearé muchas cosas.
1 de noviembre de 2007
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