2 de enero de 2008

Macrofiestas a go-go.

Si es que lo mio no tiene nombre. Ahora que me decido a volver mi vecino, el proporcionador de "Wifi-Momentos Felices Gratuitos", se decide a desconectarlo de forma esporádica. Al final tendré que pegar una circular en todos los edificios de mi barrio (porque sigo sin saber quien es el benefactor) negociando el poder pagar una quarta parte de la quota para que él deje de desenchufarlo los lunes por la noche y en vacaciones y básicamente cuando le da la santa gana. Una quarta parte solo ehhhh? Nada de la mitad, que solo lo puedo pillar desde el salón de mi casa y eso me resta comodidad. Si lo pillara desde mi habitación de otra cuota hablaríamos.

Recuperándome como estoy (aún) de mi macrofiesta de Fin de año, utilizaré el poder divulgativo que Google me ofrece a través del blog para decir unas quantas cosillas sobre el lugar donde pasé la noche, en este caso La Sal, un club que está en la Avenida Manuel Azaña 21-23 de Barcelona. Antes de empezar el despotricamiento indiscriminado decir que yo y mis amigas nos lo pasamos muy bien y que no tenemos ninguna queja debido a un conjunto de factores favorables a nosotras, pero hay gente a la que se le amargó la noche y por eso quiero decirlo.

Si se mezclan 3000 personas+Mucho frio+Carpa No climatizada+Camareros que parecen que los paguen por ir lentos, el resultado no es muy favorecedor. La entrada la hicimos en plan cabra o Tontolava el último, y si básicamente nosotras no hicimos colas en ningún lado en toda la noche fué por nuestro arte de encontrar lavabos desocupados o sitios de la barra sin gente de donde cojiamos 7 cubatas de golpe, unos dones adquiridos después de muchos años de colas y empujones, pero estoy segurisima que 2800 personas allí dentro se pasaron mas tiempo en las colas que dentro bailando. 

Claro que la broma ya empezó cuando la fiesta que "supuestamente" organizaba Patatabrava se cambió por fiesta que SOLO era de el otro patrocinador, Young Cherry, ya que este último vendió mas entradas de las permitidas, cuando solo habia aforo de 3000. La conclusión fue que todos los que habian comprado via Patatabrava no pudieron ir a la fiesta, ya que este prefirió desconvocarla a convertir eso en la epopeya del Overbooking, y los afectados se enteraron dos dias antes. A nosotras no nos pilló por suerte, aunque las compramos por el patrocinador afectado. Claro que si me hubiera pasado esta entrada tendría un tono mas sangriento y vengativo anti-La sal.
Ademas, una fiesta que era en teoria para mayores de 18 acabó convertida en la pre-escolar. A mi no me importó en ese caso, pero sinceramente ver niños y niñas de 16 borrachos por los suelos y intetando ligar contigo hacen que te den ganas de crear una institución para Ayuda a los Jóvenes Alcohólicos.

En resumen:
Yo y mis amigas: Muy bien.
Niños de 16 años que era la primera vez que pisaban una discoteca: Fatal. Pobreciños, que cogían los cubatas de uno en uno y de año en año y hacían cola en el lavabo...