Porque mi vida es Surrealista.

Será cuestión de la calor, del estrés Oh-dios-mio-vienen-exámenes, del trauma que me supuso que nunca ganara ninguna competición deportiva sola o con grupo (cosas de ser disléxica) o de otras índoles psico-festivas, pero el caso es que la semana pasada el Señorito Surrealista convocó un concurso sobre a ver quien escribia la historia mas surrealista, y yo fuí y me apunté.
Para no romper con la bonita tradición que tengo de dejarlo todo para el último momento, la entrada la escribí ayer noche mientras veia a la vez la película de TV1 (ser mujer me permite hacer dos cosas a la vez).

Y obviamente al ser un concurso hay votaciones, que estarán AQUÍ a partir de hoy y hasta el miercoles. Así que nada si os gusta mi historia (o no, pero quereis votarme igualmente por alguna causa que yo os agradeceré eternamente) y queréis que sea feliz durante mi época de exámenes y que mi dicha perdure hasta el exámen de Matemáticas II, sólo tenéis que darle al botoncillo dónde pone mi nombre, por desgracia una sola vez, a no ser que vaya a la sala de informática de mi universidad y me ponga en cada uno de los ordenadores y me auto-vote...pero mejor no que perderia mucho tiempo y muchos cabreos con el password de seguridad que siempre se queda bloqueado.
Los sobornos son a negociar pero no se acepta nada sexual/monetario/dejar mi casa de Cubellas. Bueno lo de dejar la casa de Cubellas una semanita es negociable, pero siempre en concordancia con la No estancia paterna en la misma.
Fechas a consultar.

Así que nada, aquí va el relato y espero que disfruteis leyéndo una de las cosas mas frikis que he tenido que pensar después de las poesias del concurso de Sant Jordi, que iban sobre temas que ni yo misma sabia que podia llegar a escribir.






Hace diez y ocho años en un hospital del barrio de gracia nació una niña, a la que su madre le puso el nombre de Alba en honor a la patrona de su pueblo y pensando que en Barcelona habría pocas llamadas como ella. El hecho de tener uno de los nombre mas puestos de españa fue quizas una de las causas que ya de pequeñita la niña tubiera aficiones raras, como cortar los manteles de plastico de casa con tijeras o cualquier cosa punzante, tener fijación porque nadie tocara su rueda del patio del recreo y tirarle arena a cualquiera que osara tocarla o cortarle el pelo a las Barbies y después culpar a la vecina de arriba. Quizás para que se convirtiera en una niña normalita o asesorados por la monitora de recreo de su colegio, sus padres la apuntaron a los seis años a los Boy Scouts catalanes, grupo de alto riesgo (y sino id a cualquier campamento que se precie), dónde acabó siendo la jefa del grupo de los Pinos, tirándose en esterilla por los barrancos de dos en dos, acampando al lado de una montaña dónde se sospechaba que habían lobos o despertándose dentro de una tienda de campaña plana (porque durante la noche los palos se habian caido).


Era la única niña del comedor del colegio a la que le gustaba la comida de allí, quizás por el hecho de que su madre se dedicaba a cultivar apio, sésamo o julivert en el patio de casa para que la niña creciera fuerte y sana, y continuamente innovando platos (se puede decir que fue la precursora de Fedran Adriá) incomibles cómo macarrones a la carbonara con lentejas o sopa de abichuelas. Claro que como le comentó su hermano años más tarde, ella tubo suerte, ya que cuándo ellos eran pequeños su madre aún no sabia cocinar, pero les cocinaba platos creativos igualmente.
A los nueve años, por ser mas alta de lo normal se abrió la cabeza con el pestillo de la puerta del vater cuando una "amiga" la abrió de golpe y tres meses mas tarde se hizo una herida en la mejilla al tropezarse con el gato y darse de canto con el carro de la compra.

Todos los gatos que tubo hasta los catorze se le escaparon. Uno se fué de picos pardos, otro se perdió en Sitges (se sospecha que acabó en algún restaurante xino) y otro su madre lo regaló porque se quedaba dormido dentro de la bolsa de basura. Al cambiarse de casa su madre compró un perro que resultó ser el enviado perruno de satan al mundo. Su madre alegó que era porque lo habia pasado muy mal de pequeño, pero a Alba y su padre no les conmovió ese enternecedor relato y lo regalaron a un hombre que tenia dos perros mas. Cinco meses mas tarde se enteraron que los otros dos perros habían muerto misteriosamente y que ahora Diablo's son dormia en el patio.

Por esa época un dia en casa de su abuela se le ocurrió tirarse un pote de agua oxigenada en la cabeza, para darle un toque de color al pelo. Después de que su abuela viera salir a la niña de color Marta Sanchez decidió mantener lejos de ella cualquier cosa peligrosa, pero eso no me impidió que mas adelante se tiñiera de lila, rojo y mas rojo aún, hasta que la peluquera le recomendó que si no queria quedarse calba dejara de teñirse cada quinze días, y recomendarle a la abuela que le comprara la Play Station para que pudiera superar, según ella, su adicción al amoníaco.

Al entrar en la ESO se fijó que siempre que iba con su grupo de amigas por la calle acababan hablando con algun friki /indigente /loco de la colina e incluso una vez un hombre intentó venderles unas poesias echas por "un tio que había sufrido invasiones extraterrestres". Gracias a su vecina de arriba, a la que le gustan las pelis de acción y cuanto mas altas mejor, pudó escuchar, a las onze de la noche y mientras intentaba dormir, muchas película como Godzila, Mission imposible, y una que sospechó que era porno.

Hizo su primer sinpa a los 16, un dia que fueron a celebrar un cumpleaños con veiente personas mas. Acabaron corriendo delante de una xinita que parecia correcaminos, y mientras unos cogian un taxi, otros se iban en metro, y algunos se colaban en porterias, ella y tres amigas mas escaparon de pagar los cinco euros que faltaban colándose en la discoteca Caribe Caliente del paralelo, a la que prometieron no volver mas.

Su sueño de pequeñita era montar una granja de caballos (después de ver la película Belleza negra, que no es una pelicula X sobre mulatas, sino sobre un caballo que lo pasa muy mal), después evolucionó a montar una psifactoria para criar peces y después devolverlos al mar para que estos no se extinguieran, hasta que se dió cuenta de que eso no daba suficiente dinero para poderse comprar todos los bolsos Gucci que quería así que decidió dedicarse al mundo de la empresa. A parte la paloma que se le cayó en la cabeza en primero de bachillerato hizo que su amor por los animales disminuyera notablemente.

Ella siempre alega de que sus constantes perdidas de memória, siempre se deje las llaves de casa, se olvide de que fogón ha de apagar cuando suena el contador de la cocina o que le de por sentarse y quedarse mirando fijamente el infinito es una cuestión genética y que mejorará con los años, peró de momento sus padres se contentan con que deje de intentar mirar a la vez tres series de televisión en una misma noche.


FIN



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Votad, no seáis tímidos.