Hoy día tener algo y no usarlo no es un crimen, sino una especie de actitud popular.
Claro que esa actitud populi dejé de tenerla en día en que la vida se abrió ante mi, me puse a trabajar (y estudiar a la vez, no lo intentéis sino tenéis personalidad suicida), mi padre dejó de aumentarme la mensualidad (con la excusa del IPC me forraba) y mi abuela, alentada por mi padre que según el así conseguirían una hija/nieta auto suficiente y ahorrativa, dejó de traerme una muuuuy extensa "propina de abuela" cada vez que vino a casa, para dejarlo en una "propinilla" que me llega para pagar las deudas que contraigo con los amigos cuando me pagan las cenas.
Así que a mi edad me encuentro con una carrera en peligro detonante, un trabajo explotador (4.5 Euros la hora por romperse el cocsis subiendo 10 cajas de zapatos Caterpillar a la vez, botas de 200 euros, a 10 euros el kilo de bota , es pa reírse) y una inflación que hace que haya tenido que dejar de ir a la peluquería y pasarme a los tintes haztelotumismo (claro que, como sabiamente dijo mi tío, aunque a veces lo mas sabio no es lo que mas queremos oir, eso es un gasto por gusto, ya que lo barato es dejártelo de tu color).
Claro que, si no existiera el dinero no tendríamos cosas de que preocuparnos, y probablemente con tanto tiempo libre tendríamos demasiados momentos para pensar y pasaría por nuestra maquiavélica cabeza pensamientos maquiavelicamente malos. Así que probablemente mi profesora de filosofía del bachillerato tuviera razón y los governantes de Lydia, un pueblo de Asia menor donde se cree que en el siglo VIII aparecieron las primeras monedas, y los señores romanos al inventar el circo y entretenimientos varios fueron unos genios al crear cosillas para entretener al pueblo.
Que ya se sabe que el aburrimiento es muy malo y provoca que me pasara la tarde de ayer, en la que hubiera podido estar estudiando logaritmos neparianos y teoremas Roché Frovenianus, en una comisaria de los señores Mossos d'Esquadra (cuerpo de la policía autonómica catalana para los ciudadanos, tios de muuuy buen ver para las jovencitas) para denunciar el robo hace tres semanas de mi monedero.
Si, perdí toda la tarde porque las comisarias en este país van como van (bueno, en general, TODO va como va, y solo hay que ir un día en renfe para vivir una emocionante aventura matutina) y porque como mas tarde descubrí, los agentes encuentran que eso de meter denuncias es un momento ameno en una sala pequeña delante un ordenador que te permite indagar en la vida del denunciante.
I si, tarde tres semanas en denunciar debido a mi NO memoria relativa, que me permite acordarme de todos los cumpleaños de gente habida y por haber, pero no de donde he dejado los bolis o los albaranes de las cajas que llegan a mi tienda.
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