Hot.

Vivir delante del puerto y a dos minutos de la playa es todo ventajas la mayor parte del tiempo: tienes la parada de helados enfrente de tu casa, cincuenta mil paquis para comprar subministros las 24 horas del dia, diez farmacias que atienden las guiri-quemaduras a las seis de la tarde, mucho movimiento de gente y sobretodo un laaaargo paseo para ir en bici. También podria añadir una gran cantidad de restaurantes donde ir a cenar, pero un dia que fuí a tomar tapas con una amiga a un bar que está en mi calle comprobé que estar sentada en un sitio que ves cada dia y sufriendo porque tu padre no te pille cuando en teoria tu estabas en la biblioteca no hace la estampa muy acogedora, y sino comprovadlo vosotros mismos. Además al pasar siempre gente delante de tu porteria y tener una Caixa justo al lado hace que a los cacos no se les ocurra hacer una visita por el bloque, ya que encontrarse a alguien a las tres de la mañana sacando una televisión por la puerta debe resultar como muy sospechoso, así que deciden irse mas adentro (y montar su centro de operaciones en un piso de las calles de dentro, como pasó con un comando rumano desarticulado hace unos meses, que se encontraba a dos calles de mi casa).

Claro que en ciertos momentos del año desearias tener menos playa cerca y estar en un sitio mas recogidito. En invierno la brisa marina mata (eso de que el mar regula la temperatura debe ser una broma) y un año que intenté ir por las mañanas al cole en bicicleta me acuerdo que ni con un gorro, la bufanda, el abrigo polar y los guantes conseguia llegar sin lagrimas en los ojos (casi congelados) por el frio. Y en verano la temperatura que coge el piso provoca esto:



Lo que hay entre la botella de té tamaño gigante y la muñeca de Hercules, y encima de mi número de móbil en una etiqueta de quita y pon roja, que por cierto no se que hace allí porque me se el número perfectamente, es (era) una vela de silicona. Me la regaló una amiga para el amigo invisible navideño y hace dos meses se le rompió el cristal que la rodeaba cuando el teléfono que tengo en la estanteria se suicidó, cayendo encima de la vela. Aguanto derecha y con forma hasta hace un mes...que fué cuando cada mañana al levantarme me fijaba en que empezaba a estar mas torcida hacia la izquierda, hasta que ha cogido la forma de una ola tsunami impactando contra la costa. Si estamos a finales de Mayo y mide la mitad, he calculado que a finales de agosto se habrá fundido completamente y estará en perfecta simbiosis con la madera de debajo.
Yo sigo diciendo a mis padres que mi habitación necesita deseperadamente un aire acondicionado...pero creo que tendré que esperar a que me coja un ataque de desidratación mientras duermo para que me tomen en serio. I de paso tendríamos que tomarnos todos en serio esto del cambio climático, que si nosotros a 35 º ya lo pasamos mal, los pinguinitos de groenlandia deben estar odiándonos y no tengo ganas de quererme mudar tres pisos mas arriba ni que Barcelona se convierta en una nueva Venecia.